En un cruce tan bizarro como perfectamente rockero, el baterista de BLINK-182, Travis Barker, reveló que es uno de los únicos diez compradores de una pieza rarísima del memorabilia del heavy metal: una lata de té helado Liquid Death que contiene el ADN de Ozzy Osbourne.
Barker mostró con orgullo en Instagram el coleccionable de 450 dólares, sumando su nombre a la lista de participantes en lo que ya se considera una de las campañas de marketing más extrañas en la historia reciente de la música.

Bautizada como “Infinite Ozzy”, la promoción fue una colaboración entre Ozzy Osbourne y la marca Liquid Death.
El “Príncipe de las Tinieblas” bebió de diez latas de té helado, que fueron selladas inmediatamente para conservar su saliva (y, en teoría, su ADN). ¿El resultado? Un puñado de fans ahora poseen una lata firmada por Ozzy y sellada en laboratorio, que tal vez contenga la clave genética para clonarlo.

La campaña hizo gala de un humor negro muy característico, con el mismo Ozzy resumiéndolo a su manera:
“¡Clónenme, bastardos!”

Según el sitio oficial de Liquid Death, las diez latas ya están agotadas.
Curiosamente, esta locura coincide con un momento muy serio en la vida de Osbourne: su última presentación en vivo, programada para el 5 de julio en su ciudad natal de Birmingham, Inglaterra. El show, titulado “Back To The Beginning”, reunirá a Ozzy con los miembros originales de BLACK SABBATH —Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— por primera vez en más de 20 años.
El evento contará con actuaciones confirmadas de gigantes como METALLICA, GUNS N’ ROSES, SLAYER, PANTERA, TOOL, ALICE IN CHAINS, HALESTORM, ANTHRAX, SAMMY HAGAR, LAMB OF GOD y Papa V Perpetua. Además, circulan rumores sobre dos o tres actos sorpresa que podrían sumarse al espectáculo, lo que ha generado una expectativa enorme entre los fans.