Durante cinco décadas, KISS ha sido sinónimo de espectáculo. Desde sus rostros pintados hasta los fuegos artificiales monumentales, la banda construyó un legado tan ruidoso visualmente como sonoramente. Pero ahora que el grupo se despide de su gira de despedida y entra en una nueva etapa enfocada en sus fans, el frontman Paul Stanley elige la intimidad por encima de la ilusión, sin sacrificar el espíritu que los fans siempre han esperado.
En una conversación sincera con Justin Richmond en el podcast Broken Record, Stanley habló sobre la próxima participación de KISS en el Virgin Hotels Las Vegas durante el evento de tres días KISS Army Storms Vegas, que se llevará a cabo del 14 al 16 de noviembre.
Esta celebración marca el 50.º aniversario del club de fans KISS Army y será el primer evento público de la banda desde el final de su gira End of the Road, en el Madison Square Garden en diciembre de 2023.
“Comenzó como algo en lo que, sinceramente, Gene y yo no nos involucramos mucho. Y llegamos a un punto, no hace tanto, en el que dijimos: ‘¿Sabés qué? Esto no es como queremos que sea’. Así que vamos a hacer cambios importantes para que sea lo que creemos que debe ser”,
compartió Stanley.

Esa reflexión llevó a un giro creativo. En vez de dejar el evento en manos de organizadores externos, Stanley y Gene Simmons retomaron el control. El resultado: una reinvención en tierra firme del querido crucero KISS, sin océano, pero con todo lo demás intacto.
“Pasamos 12 años construyendo el concepto del KISS Cruise, lo que significa, lo que incluye, y lo que los fans pueden experimentar, especialmente el aspecto social entre fans de 33 países”,
explicó Stanley.
“Esto va a ser prácticamente un KISS Cruise en Las Vegas. No necesita un barco. Va a tener todos los elementos que la gente ama del crucero: bandas tocando, preguntas y respuestas, concursos, buena comida, buenos tragos y mucha interacción social”.
Para una banda que siempre ha tratado a sus fans como familia, ese espíritu comunitario sigue siendo fundamental.
“Al principio tomamos distancia para ver qué hacían otros. Pero hace poco nos dimos cuenta de que no era lo que queríamos hacer ni cómo queríamos hacerlo. Así que se vienen anuncios que van a poner muy felices a muchos”.
Aunque no había barcos disponibles, eso no impidió que la banda anclara en otro lugar:
“No había barcos disponibles para un KISS Cruise, pero un crucero KISS puede suceder en cualquier parte. Y hacerlo en Las Vegas, en el Virgin Hotel, va a tener todo lo que la gente quiere y esperaba”.

Richmond sugirió que el entorno de Las Vegas podría incluso superar la experiencia del crucero, y Stanley estuvo totalmente de acuerdo:
“Va a estar buenísimo, va a ser un fin de semana fantástico con todas esas cosas que amamos y que la gente también ama. Ya seas parte del KISS Army, la Navy o del crucero, esto va a ir mucho más allá. Estamos muy emocionados. Así que la gente debería estar atenta”.
¿Y habrá show en vivo? Absolutamente, aunque no como uno esperaría:
“Vamos a hacer un set sin maquillaje. Vamos a tocar unas 15 canciones o algo así. Y Tommy (Thayer), todos estamos listos para eso. Tenemos muchas ganas de hacerlo”.
Cuando le preguntaron si sería un set acústico, Stanley fue claro:
“No, va a ser eléctrico… Va a estar genial. Y las otras bandas que se anunciarán también van a aportar todo lo que la gente ama de los KISS Cruises. Eso era lo que faltaba en los planes anteriores. Teníamos que meter mano nosotros mismos y tomar el timón”.
Sin maquillaje pero con identidad intacta, KISS vuelve a demostrar que el espectáculo puede adoptar muchas formas. En el desierto, como en el mar, el KISS Army sigue marchando.