Dani Filth de CRADLE OF FILTH: “Le debo a mis hermanos del metal y la música no tener una cuenta en SPOTIFY”

“Le debo a mis hermanos del metal y la música no tener una maldita cuenta de Spotify, porque no le pagan a la gente”,

“Y no es solo ellos, son las plataformas en general. Aprecio que a través de ellas la gente pueda descubrirte gracias a otras bandas y todo eso… pero ya lo he escuchado un millón de veces. Soy de la vieja escuela. Quiero CDs, quiero vinilos, quiero que mis bandas sean pagadas, porque si no se les paga, dejan de ser bandas. Y conozco a muchos músicos de grandes bandas que, desde la pandemia, han dicho: ‘¿Sabés qué? Voy a conseguir un trabajo de verdad. Nos verán menos seguido. Seguiremos sacando discos, pero quizá uno cada cinco años’, porque la música… simplemente parece un robo a plena luz del día”.

“Si tenés una tienda de delicatessen o incluso un supermercado, la gente no puede entrar y llevarse productos gratis, pero con la música piensan que tienen derecho a hacerlo, porque es algo intangible, está en el aire. No podés tocar la música físicamente, pero ¿cómo esperan que sobrevivan las bandas sin ingresos? Sí, la música se está volviendo más grande, pero eso es porque los Taylor Swift del mundo y los Ed Sheeran, con quien acabamos de hacer una canción, están en todos lados. Si trabajás en una obra o en un comercio y tenés la radio encendida, en cinco minutos vas a escuchar a Taylor Swift, a Beyoncé o a Megan Thee Stallion. Es casi un lavado de cerebro, porque es lo único que escuchás”.

“En Inglaterra, hasta hace poco, antes de que empezara una película en el cine, ponían un anuncio diciendo que ‘la piratería está matando la industria del cine’. Incluso llegaban al punto de mostrar puertas de prisión cerrándose con sonido IMAX y THX, como diciendo: ‘Si ves una película pirata, vas a la cárcel’. Pero con la música, es un caos total”.

“La escena del metal es probablemente la más leal, pero también la más hostil”,

“Si te gusta ARCH ENEMY y preguntás por IN FLAMES, alguien te dirá: ‘Nah, son una mierda’. El metal es muy caníbal, pero también muy apasionado. La gente usa camisetas de sus bandas, llenan sus chalecos con parches, compran vinilos de edición especial con sangre salpicada. Es un mercado distinto”.

“Spotify son los mayores criminales del mundo. Tuvimos entre 25 y 26 millones de reproducciones el año pasado, y creo que personalmente gané unas 20 libras, que es menos que el salario mínimo por hora en Reino Unido”.

“Mucha gente comentó: ‘¿Por qué deberíamos pagar por tu gato si salís con un multimillonario?’. Y ella respondió: ‘Uno, no tienen idea de cómo funciona la industria musical hoy en día; dos, él no es multimillonario; y tres, soy una persona independiente’. La gente cree que los músicos ganan fortunas, pero no se dan cuenta de que hay muchos intermediarios llevándose una parte: la discográfica, la gerencia, los contadores… y si no hay dinero en primer lugar, no hay nada que repartir”.

“El precio del combustible subió, alquilar un autobús de gira es carísimo, el costo de vida está por las nubes. Es un momento difícil para las bandas. Y tampoco ayuda que la gente piense que la música no es un privilegio, sino algo que debería ser gratis. No podés entrar a un supermercado y llevarte unos plátanos gratis solo porque crecen en los árboles. Eso sería robo. Pero con la música, la gente lo hace sin problemas”.

“La industria musical está de rodillas. Amo hacer música, pero hoy en día, los músicos tienen todo en contra. Es un tiempo complicado”.