La cantante de Spiritbox, Courtney LaPlante, habló recientemente sobre el resurgimiento del interés por los elementos teatrales dentro del rock y el metal moderno, destacando cómo la Generación Z ha transformado la escena y aportado una nueva mentalidad más abierta. Así lo informó Billboard.
LaPlante señaló que el éxito de bandas con un fuerte componente visual y conceptual, como Sleep Token y Ghost, refleja una nueva actitud entre los jóvenes oyentes.
“Creo que los chicos ahora son mucho más abiertos y menos cerrados respecto al arte que consumen”,
explicó.
“Ya no está de moda burlarse de alguien por ser raro. Ya no es cool ser el chico popular que se ríe del gótico que escucha a Type O Negative.”
La vocalista destacó que este cambio cultural ha tenido un impacto positivo dentro del metal.
“La gente quiere demostrar que tiene gustos musicales amplios y eclécticos… y eso me pone muy feliz, porque una de las cosas que faltaban en el metal de la última década era precisamente eso: el oyente joven.”

Las declaraciones de LaPlante se alinean con una tendencia más amplia: el modo en que Spiritbox y otras bandas contemporáneas están logrando conectar con nuevas audiencias a través de diferentes plataformas y propuestas creativas.
Según Louder Sound, LaPlante participó recientemente en una colaboración electro-metal titulada “Ties That Bind”, compuesta para el videojuego de lucha 2XKO. Este proyecto demuestra cómo el metal se está integrando a la cultura gamer, un espacio dominado por la Generación Z.
La relación entre los videojuegos y el metal no es nueva, pero hoy adquiere más fuerza. Riot Games, la compañía detrás de 2XKO, ya había trabajado con artistas del género como Linkin Park y Polyphia, mostrando cómo las bandas están expandiendo su alcance hacia públicos más jóvenes y diversos.
El estilo experimental de Spiritbox y la disposición de Courtney LaPlante a explorar distintas facetas creativas encarnan esa fluidez de géneros que define al público actual. Tal como ocurre con grupos como Sleep Token o Ghost, el enfoque teatral, emocional y visual se ha convertido en un sello distintivo del nuevo metal.
Este cambio de mentalidad marca una ruptura con épocas anteriores, cuando el metal era frecuentemente criticado por su exclusividad o su resistencia a lo diferente. Hoy, gracias a la apertura y diversidad que la Generación Z aporta, el género vive una etapa más inclusiva, creativa y vibrante que nunca.