El líder de W.A.S.P., Blackie Lawless, habló recientemente sobre la cultura de la cancelación en una entrevista con Goodstock.
“No paso mucho tiempo en las redes sociales, así que realmente no sé mucho sobre eso, pero por lo que escucho, el concepto de poder cancelar a las personas es algo aterrador”,
comentó Lawless.
“Si sos alguien como yo… no me importa lo que digas sobre mí; simplemente no me importa”.
“La mayoría del mundo no es así; son muy sensibles a lo que otros piensan. Así que alguien así sería fácil de cancelar”,
continuó.

“Pero a alguien como yo no podés cancelarlo, porque no nos importa. Solo podés cancelar a alguien si le importa”.
“Si creo en algo que estoy haciendo, no me importa si alguien más lo cree o no. Lo que importa es lo que yo pienso”,
explicó Lawless.
“Y he pasado mi carrera diciéndoles a nuestros fans: lo único que realmente importa es pensar por uno mismo. Creá tus propias ideas. Formá tus propias opiniones. No escuches lo que alguien a tu lado te está diciendo. Sí, podés escuchar, pero al final del día, tenés que decidir qué es lo correcto para vos, y eso es realmente, realmente importante. Como dije, he pasado toda mi carrera hablando sobre esta idea. Así que el concepto de censura definitivamente encaja en esto”.
La visión de Lawless sobre la cultura de la cancelación está alineada con su enfoque a lo largo de su carrera frente a la controversia y la opinión pública con W.A.S.P.
Un informe de Ultimate Classic Rock destacó el gran momento de W.A.S.P.: su álbum debut homónimo obtuvo certificación de oro en 1984, consolidando su lugar como una fuerza importante en la escena del metal.
La banda se ganó su reputación con actuaciones en vivo provocadoras. Un reportaje de KMUW detalló sus famosos shows, que incluían elementos impactantes como carne cruda y un potro de tortura. Estos elementos alimentaron su atractivo controversial en la comunidad metalera.
En conversaciones con Blabbermouth, Lawless reflexionó sobre su trayectoria y reconoció que vivió en una “burbuja” durante su tiempo en la industria. Esta perspectiva ayuda a explicar su constante indiferencia frente a la opinión pública.
Su compromiso inquebrantable con su visión artística ha definido su liderazgo en W.A.S.P., y refuerza su actual postura frente a la cultura de la cancelación.